Desentrañar la educación prioritaria
No digan a los alumnos ni a los profesores del instituto Doisneau de Vaulx-en-Velin (Ródano) que la educación prioritaria es… una prioridad. Desde principios de octubre, varios incidentes han provocado la intervención policial. “Nuestro liceo no tiene problema con la policía, ni con la crianza de los hijos, sino con los recursos” replicaron los padres de la FCPE el 10 de octubre, denunciando un cóctel explosivo: 850 estudiantes de colegios denominados REP + (red de educación prioritaria reforzada), hacinados “en una escuela secundaria que no cuenta con recursos suficientes para compensar la concentración de dificultades y las fuertes desigualdades sociales y educativas en la región”.
Esta situación no es prerrogativa de los barrios obreros de Lyon. “La política educativa prioritaria ha sido saboteada desde el ministerio de Jean-Michel Blanquer”, denuncia el Snes-FSU. No es que no se haya hecho nada. Un escolar y un estudiante de secundaria de cada cinco están matriculados en educación prioritaria (EF) y 600 distritos prioritarios de la política municipal (de 1.362) tienen una escuela secundaria denominada “ciudad educativa”.
Pero si en las escuelas primarias y secundarias EP las clases se han dividido en grandes secciones, CP y CM1, y si los profesores están mejor pagados, estas medidas sólo afectan a los centros de REP + (7% del total de EP), según el inventario de 2025 del Depp (departamento de estadística del Ministerio). En cuanto a las “ciudades educativas”, se han liberado 247 millones de euros en recursos para el período 2019-2024. El Snes-FSU interviene: no se trata de “recursos adicionales de tiempo lectivo sino de una ganancia financiera inesperada para las asociaciones y empresas”, invitadas a intervenir….












