El príncipe Andrés, envuelto en escándalos, principalmente el de sus relaciones con el criminal sexual estadounidense Jeffrey Epstein, anunció el viernes por la tarde que renunciaría a su título real, al tiempo que “niega categóricamente” las acusaciones en su contra.
“Después de discutir con el rey (Carlos III, su hermano, nota del editor) y mi familia, llegamos a la conclusión de que las continuas acusaciones contra mí estaban perjudicando el trabajo de Su Majestad y de la familia real. He decidido, como siempre lo he hecho, dar prioridad a mi deber para con mi familia y mi país”, según un comunicado del príncipe.
“No volveré a utilizar mi título ni los honores que me confiere”, continúa el príncipe, que ya se había retirado de la vida pública hace cinco años bajo la presión del escándalo.
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