Sólo la gendarmería española pudo poner fin a esta grotesca situación. En el sur de España, en Sanlúcar de Barrameda, Carlos Caballero es propietario de una villa de 250 m² con piscina. Pero vio cómo personas que lo chantajeaban ocupaban su propiedad, informa JuriGuía. Inicialmente, este último exigió 15.000€ abandonar el local, antes de bajar su solicitud a 11.000 euros. “Fue puro y duro chantaje”dice Carlos Caballero. Al mismo tiempo, los ocupantes ilegales incluso intentaron vender la casa de forma fraudulenta por Internet.
La Guardia Civil finalmente pudo poner fin a esta venta fraudulenta y así desalojar a los okupas. Evidentemente el dueño no pagó. sin cantidad antes de su expulsión. Pero los problemas no terminan ahí para Carlos Caballero, ya que ahora tiene que afrontar importantes obras de reparación para poner al día su preciosa villa. En efecto, las paredes estaban notablemente fracturadas, la basura se amontonaba… reparaciones que costarán varios miles de euros.
La expulsión de okupas, un procedimiento larguísimo
Este tipo de asuntos se está multiplicando, en España y en otros lugares. Un octogenario incluso tuvo que utilizar un nido de avispas para desalojar a los okupas. Excepto que los propietarios se enfrentan a enormes pérdidas financieras, así como a una moral dañada. Porque si lo que vivió Carlos Caballero termina bien, esto nos permite cuestionarnos la eficacia de los procedimientos actuales ante el creciente fenómeno de la okupación inmobiliaria.
Como recordatorio, en España, a partir de 48 horas de ocupación, los okupas se benefician proteccion legalcomplicando su expulsión. Por lo tanto, deben emprender acciones legales para recuperar la propiedad y, a menudo, el procedimiento es extremadamente largo. Por este motivo, muchos piden que se refuerce la ley contra las okupaciones para proteger mejor a los propietarios.