Estimados automovilistas, corren el riesgo de que les vuelvan a pedir que repongan las arcas del Estado. El Primer Ministro Sébastien Lecornu presentó ayer martes 14 de octubre su proyecto de ley de finanzas y dio su visión de la fiscalidad del automóvil a lo largo de tres años. Por un lado, se espera que la penalización de CO2 para los vehículos más contaminantes aumente considerablemente hasta 2028, pero también hay Un tema muy irritante sobre los combustibles, que se refiere a los impuestos sobre el E85 o el superetanol.. Este combustible económico se puede utilizar con un motor de gasolina clásico equipado con una caja de conversión o para los modelos Flexifuel diseñados originalmente.
El gobierno quiere ajustar los gastos fiscales previamente concedidos a los biocombustibles durante los próximos tres años, desde el 1 de enero de 2026 hasta 2028. Así se menciona en el texto del presupuesto de 2026: “la supresión de la tarifa especial para el combustible B100 (beneficio de tipos reducidos en favor del sector del transporte por carretera o ferroviario)»este biodiésel a base de colza utilizado principalmente por los transportistas, y “la reducción progresiva de la ventaja fiscal (tarifa especial) para combustible E85”Este etanol se produce principalmente a partir de remolacha en Francia. Una medida que no pasa para determinados actores del sector, que han sacado la calculadora.
Aumentar los impuestos al E85 aumentaría el precio entre 40 y 50 céntimos por litro
El Colectivo Bioetanol, representado por la Asociación Interprofesional de la Remolacha y el Azúcar (AIBS) y Bioetanol Francia (antes SNPAA), así como la asociación de 40 millones de automovilistas, sugieren un impacto económico demasiado importante para el bolsillo de los conductores. Todos estiman que el aumento de los impuestos sobre el superetanol-E85 aumentaría el precio en el surtidor entre 40 y 50 céntimos por litro. hasta 1,20 euros si se repercutió íntegramente a este combustible. Si se distribuyera, según la elección de los distribuidores, entre todas las gasolinas, incluida la E85, el aumento de precio alcanzaría los 2,3 céntimos por cada litro de gasolina adquirido por los 16 millones de automovilistas franceses que conducen con gasolina. Esto podría provocar, como resultado, un efecto secundario en los precios de otros combustibles, gasolina y diésel, en comparación con la forma en que los distribuidores calculan sus precios en el surtidor. Según las estimaciones, 16 millones de automovilistas que circulan con gasolina podrían experimentar un aumento y, a más largo plazo, los 20 millones que circulan con diésel.
Recuerda que a partir del 10 de octubre, El precio medio en surtidor de este biocombustible fue de 0,71 euros. por litro, frente a los 1,68 euros del 95E10 sin plomo. Según los cálculos, si recorre 13.000 kilómetros al año con un modelo que funciona con etanol (convertido a caja o nuevo), puede ahorrar unos 700 euros respecto a un motor de gasolina. Algunos hogares habían elegido precisamente esta opción económica con el E85 y se les quitaría esta ventaja. Por el Colectivo Bioetanol, “Después del movimiento de los chalecos amarillos de finales de 2018 y de la congelación de los impuestos sobre los combustibles, sería irracional asestar un nuevo golpe al poder adquisitivo aumentando los impuestos sobre el E85, el combustible más francés y con menos carbono para los vehículos de gasolina. La industria francesa del bioetanol pide al nuevo gobierno que renuncie a aumentar los impuestos sobre los combustibles con un alto contenido de biocombustibles como el E85..
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