El aplazamiento de las elecciones provinciales en Nueva Caledonia desencadenará una nueva batalla parlamentaria en la Asamblea el miércoles, después de que los Insoumis hayan presentado una “aluvión” de enmiendas para obstaculizar la adopción del texto, creyendo que allana el camino para un acuerdo discutido sobre el futuro del archipiélago.
Los diputados deberán examinar a partir de las 15 horas en el hemiciclo una propuesta de ley orgánica, ya adoptada en el Senado. De ser adoptado en los mismos términos en la Asamblea, pospondría las elecciones provinciales cruciales para la composición del Congreso y el gobierno local del archipiélago.
Programados para el 30 de noviembre, el texto senatorial pretende posponerlos hasta el 28 de junio de 2026 “a más tardar”. Sería un primer paso en la difícil reforma institucional de Nueva Caledonia, que en esta fase debe pasar por un acuerdo firmado en Bougival este verano entre el Estado y las delegaciones independentistas y no independentistas.
Pero algunos opositores, incluido el LFI, creen que el Gobierno quiere confiar en él para allanar el camino hacia el acuerdo de Bougival, mientras que este último ha sido rechazado desde su firma por el Frente Kanaco y Socialista de Liberación Nacional (FLNKS), la principal coalición independentista. Así, los diputados rebeldes presentaron más de 1.600 enmiendas (una parte puede ser declarada inadmisible). Este “bloqueo” compromete actualmente la adopción del texto a tiempo, mientras que el presupuesto estatal se espera en el hemiciclo del viernes.
Como reacción, dos diputados del grupo macronista partidarios del texto, Nicolas Metzdorf (Nueva Caledonia) y Vincent Caure, presentaron enmiendas para suprimir sus tres artículos, al igual que los independientes del grupo Liot. Si la maniobra puede resultar sorprendente, permitiría sortear el muro de enmiendas y forzar la continuación del proceso parlamentario enviando el proyecto de ley a una comisión mixta, que reunirá a siete diputados y siete senadores.












