Un niño de 11 años resultó herido por fragmentos de vidrio en su habitación, después de que se produjeran disparos en mitad de la noche cerca de su casa en Bruselas, informó el martes la fiscalía de la capital belga.
Los hechos ocurrieron durante la noche del lunes al martes en una plaza del municipio bruselense de Anderlecht, uno de los sectores de la capital más afectados por el narcotráfico. Sin embargo, la fiscalía no precisó de inmediato si este nuevo tiroteo en Anderlecht estaba relacionado con el tráfico de drogas. Se ha abierto una investigación. Al lugar acudió el laboratorio de la policía judicial federal y un perito en balística.
Al mediodía todavía se buscaba a dos sospechosos que, aparentemente, huyeron en una scooter. En total, se encontraron una quincena de casquillos de bala en el lugar y se observaron impactos de bala en varios vehículos estacionados en la plaza, así como en la ventana de una casa cercana donde vive una familia.
“Un niño de 11 años, que dormía, resultó herido por fragmentos de vidrio”, añadió la fiscalía, precisando que resultó “levemente” afectado. “Se contactó al servicio de atención a víctimas de la policía para brindar apoyo al niño y su familia”.
Un centro de narcotráfico
Bélgica es uno de los centros del narcotráfico en Europa, y en los últimos años se ha intensificado la violencia armada entre redes rivales, por el control de territorios de narcotráfico cada vez más rentables. A mediados de agosto, la fiscalía informó de dos muertes en una serie de una veintena de tiroteos en el transcurso de cinco semanas. “¿Vamos a esperar hasta que haya víctimas civiles inocentes para recibir los medios necesarios?”, alertó entonces el fiscal de Bruselas, Julien Moinil, afirmando: “Cualquier persona que conduzca en Bruselas podría recibir una bala perdida en el parabrisas”.












