Más de ocho millones de electores marfileños están llamados a las urnas este sábado 25 de octubre para la primera vuelta de unas elecciones presidenciales tan esperadas como temidas. En el poder desde 2011, Alassane Dramane Ouattara, conocido como “ADO”, es candidato a un cuarto mandato, aunque inicialmente se suponía que sólo cumpliría dos mandatos. El contexto es perjudicial. Todas las manifestaciones están prohibidas, más de 700 personas han sido detenidas y al menos 40 ya han sido condenadas a prisión, a menudo de tres años, por “alteración del orden público”. Esta violencia revive la memoria de la de 2010-2011: una guerra cuasi civil entre los partidarios de Laurent Gbagbo y los de Alassane Ouattara, apoyados por los países vecinos y especialmente por Francia, que lo instaló en el poder por la fuerza de las armas. El análisis de Benjamin König y Théo Bourrieau, periodistas de Humanité.
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