En Rennes no hay mar, sólo la Vilaine que atraviesa la capital bretona, pero Racing ha conseguido ahogarse allí como en mar abierto. Los hombres de Liam Rosenior sufrieron un desastre este domingo por la tarde en el césped de Roazhon.
Después de un interesante comienzo de partido, donde Samuel Amo-Ameyaw no estuvo lejos de encontrar el gol para Brice Samba (8mi ), perdieron equilibrio en defensa con el paso de los minutos. Y fue suficiente para que el Stade Rennes abriera el marcador en su primera oportunidad un minuto después.
Los habitantes de Estrasburgo tienen alguna que otra circunstancia atenuante, incluido el paquete de última hora de Mamadou Sarr. El segundo capitán, febril, tuvo que rendirse a pesar de que el día anterior lucía bien con sus zapatos en la conferencia previa al partido.
“El Rennes fue mejor que nosotros y más clínico en ambas superficies”
Afectado el sábado al final del entrenamiento, Andrew Omobamidele no viajó a Rennes, ni tampoco Ismaël Doukouré, que cumplía…











