“Soy el primero en sorprenderme con este éxito”, asegura Hubert de Torcy. Al frente de Saje Distribution, empresa especializada en la distribución de películas cristianas, se alegra de ver las candidaturas para Sagrado Corazón aumenta semana tras semana. Publicado el 1ejem Octubre en 155 salas, la película obtuvo más de 193.000 espectadores el 22 de octubre. “Se ha emitido ahora en 347 salas, estamos en torno a los 250.000 espectadores y deberíamos llegar a los 400.000”, prevé Hubert de Torcy. Cifras excepcionales para una película de este género. Sagrado Corazón es una docuficción confesional dedicada a las apariciones de Jesús en Sainte Marguerite-Marie, en Paray-le-Monial (Saona y Loira), entre 1673 y 1675. Fue dirigida por Sabrina Gunnell y su marido Steven J, ex miembro de la boy band Alliage, que cayó en el alcohol antes de descubrir la fe. Ambos se especializaron en hacer películas cristianas. Sagrado Corazón es el noveno.
La película no se mostró a los principales medios de comunicación antes de su estreno y, por lo tanto, no recibió cobertura mediática más allá de los círculos católicos. Hasta que la dirección de la RATP y de la SNCF rechazó, a finales de septiembre, la campaña de carteles en metros y estaciones en nombre del “carácter confesional y proselitista de la película”. Los medios de comunicación de la galaxia de Bolloré, Europe 1 y CNews, denunciaron ampliamente esta decisión, calificada de “censura”, dando gran publicidad a Sagrado Corazónde los cuales los 350.000 euros aportados por Canal+ permitieron completar la financiación.
Una “oleada cristiana”
A esta polémica se sumó la de Marsella, donde el alcalde, Benoît Payan, quiso cancelar la programación prevista en un cine municipal, alegando un ataque al laicismo. Su decisión provocó la ira de parte de la derecha local y del matrimonio Gunnell. El tribunal administrativo de Marsella finalmente ordenó, el 25 de octubre, la reprogramación de Sagrado Corazón.
“No subestimo la contribución de Europe 1 y de CNews. Y el hecho de haber vuelto a poner en la máquina un trozo de la historia de Marsella permitirá que el fenómeno dure aún más en las salas, eso es seguro”, reconoce Hubert de Torcy, miembro de la comunidad Emmanuel, que organiza encuentros en Paray-le-Monial cada verano. Pero, asegura este último, “la ola subyacente es ante todo cristiana”. “Organizamos una primera proyección en Paray-le-Monial en junio y una treintena de preestrenos en salas anormalmente llenas. Antes del estreno oficial de la película, ya la habían visto 6.000 personas. El boca a boca es muy fuerte, va mucho más allá de los dos zumbido. »












