El portugués Carlos Tavares dimitió, “con efecto inmediato”, el 1 de diciembre de Stellantis. Desde entonces, la vida parece mucho más dulce en el calor de Tomar, una localidad situada al norte de Lisboa. En una entrevista concedida en el puntoEl dirigente empresarial no se anduvo con rodeos respecto al mercado europeo y los errores de la Unión Europea.
El artífice de la fusión entre PSA y Fiat-Chrysler a principios de 2021, que dio origen al grupo Stellantis formado por 14 marcas, criticó la decisión de Bruselas de hacer la transición a la venta de coches nuevos únicamente eléctricos en 2035: “El mayor error de la Comisión Europea fue vengarse de la industria automovilística europea tras el dieselgate de 2015, en lugar de atacar únicamente a Volkswagen, que había engañado en las emisiones de CO2 de sus motores. Se volvió dogmática y no escuchó en absoluto a los fabricantes.»
Todavía en el negocio a los 67 años.
En consecuencia, Carlos Tavares juzgó determinadas elecciones de su antigua empresa, cuestionando la utilidad de determinadas fábricas en el Viejo Continente, él que se destacaba por ser un “psicópata de rendimiento“, diciendo que hay “Tres fábricas de más en Europa“.
Hoy, lejos del gigante Stellantis, Carlos Tavares se dedica a la producción de Oporto, a la restauración de coches clásicos, a la gestión de cinco hoteles y prevé, según Le Point, invertir en la aerolínea de las Azores y en el circuito de Estoril.












